Page 456 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 456

habían  sido  despachos  ministeriales  en  algún

            momento. Durante un breve periodo fueron el cuartel

            general  de  una  u  otra  pequeña  compañía.  Después


            habían quedado vacantes muchos años, hasta que se

            limpió el moho y el polvo y llegaron los embajadores.

            Aquello había sucedido hacía poco más de dos siglos:


            una  comprensión  comunitaria  había  barrido  a  los

            varios gobiernos de Rohagi,  que comprendieron que


            desde aquel momento la diplomacia era, con mucho,

            preferible a la guerra.

                Había habido embajadas en Nueva Crobuzon desde


            hacía  mucho  más  tiempo,  pero,  después  de  que  la

            carnicería de Suroch pusiera fin a lo que se llamó las


            Guerras Pirata, o la Guerra Lenta, o la Falsa Guerra, el

            número  de  países  y  ciudades  estado  que  buscaban

            soluciones  negociadas  a  las  disputas  se  había


            multiplicado.  Habían  llegado  emisarios  de  todo  el

            continente, y de más allá. Las plantas desiertas del Ala

            Mandragora se habían visto invadidas por los recién


            llegados,  y  por  los  antiguos  consulados  que  se

            mudaban para aprovechar el nuevo influjo de negocios

            diplomáticos.


                Incluso para usar los ascensores o las escaleras de las

            plantas de la Zona había que superar toda una gama de


            controles  de  seguridad.  Los  pasillos  eran  fríos  y

            silenciosos, rotos por alguna puerta y mal iluminados




                                                           456
   451   452   453   454   455   456   457   458   459   460   461