Page 48 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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pellizcó el rostro de la figura para formar una nariz, y
apretó las piernas hasta convertirlas en salchichas.
Depositó el pequeño homúnculo frente a su
interlocutor.
— ¿Eso es lo que querías?
Isaac apuró el resto de su cerveza.
—Impresionante, Sil. Muchas gracias.
Con mucho cuidado, sopló la figurita hasta que esta
cayó hacia atrás, en sus manos en forma de cuenco.
Salpicó un poco, cero pudo sentir cómo se mantenía la
tensión superficial. Sil observó con una sonrisa cínica
mientras Isaac corría con la figura para llevarla a su
laboratorio.
Fuera, el viento había comenzado a soplar. Isaac
protegió su premio y apuró el paso hacia la pequeña
callejuela que unía el Niño Moribundo con la Vía del
Remero y su taller. Empujó las cuertas verdes con el
trasero y entró hacia atrás. Su laboratorio había sido
una fábrica y un almacén hacía años, y su planta
enorme y polvorienta albergaba bancos, equipo y
pizarras colgadas en las paredes.
De dos esquinas llegaron gritos de saludo: David
Serachin y Lublamai Dadscatt, científicos proscritos
como Isaac, con los que compartía alquiler y espacio.
David y Lublamai usaban la planta baja, ocupando
cada uno una esquina con su equipo, separados por
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