Page 637 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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detonante.
De repente, una figura encapuchada apareció junto
al torpe trío de combatientes. Yagharek se echó hacia
atrás la capucha y Vermishank se quedó clavado por
los ojos redondos y duros, boquiabierto ante aquel
rostro de pájaro predador. Pero, antes de que pudiera
hablar, el garuda había hundido su terrible pico
curvado en la carne del brazo derecho.
Perforó el músculo y los tendones con velocidad y
vigor. Vermishank aulló al convertirse su brazo en
pulpa destrozada y sanguinolenta. Retiró la mano del
cuerpo de Isaac, quien vio cómo los orificios se sellaban
imperfectos con un chasquido húmedo. Grimnebulin
gritó agónico y se golpeó el pecho cubierto de sangre;
la superficie maltrecha, marcada por los dedos, aún
chorreaba escarlata.
Derkhan pasó los brazos alrededor del cuello de
Vermishank, que se sujetaba a la ruina sangrante que
era su antebrazo. La mujer lo alejó de ella y lo lanzó
hacia el centro del almacén. El constructo rodó hasta
situarse en su camino. El taumaturgo tropezó con él,
cayó al suelo y cubrió la madera de sangre y alaridos.
Lemuel ya tenía la pistola preparada. Vermishank lo
vio apuntándole y se preparó para suplicarle,
rindiéndose. Levantó el brazo destrozado tembloroso,
suplicante.
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