Page 687 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 687

forma inmóvil.

                La reconoció al instante. Recordó su extraordinaria

            intervención en el almacén. Su respiración se aceleró.


                —No habla, ni escribe, ni nada así —dio Derkhan —

            . Cuando nos dimos cuenta de que estaba con nosotros,

            tratamos de que hablara para descubrir lo que había


            hecho,  pero  nos  ignoró  por  completo.  Creo  que  ha

            estado esperándote.


                Isaac se acercó al borde de la repisa.

                — Es poco profunda —dijo Derkhan a su espalda.

            Isaac  descendió  a  la  fría  y  acuosa  porquería  de  las


            cloacas. Le llegaba a la altura de las rodillas. Avanzó

            sin pensar, ignorando la espesa hediondez que lamía


            sus  piernas.  Vadeó  el  mucilaginoso  puré  de

            excremento hasta la otra repisa.

                A medida que se acercaba, el inmóvil habitante de


            aquel espacio oscuro zumbó ligeramente e incorporó

            su  cuerpo  maltrecho  tanto  como  pudo.  Había  muy

            poco espacio.


                Isaac  se  sentó  junto  a  él  y  trató  de  limpiarse  los

            zapatos  mancillados.  Se  giró  con  expresión  ansiosa,

            hambrienta.


                — Pues dime lo que sabes. Cuéntame por qué me

            advertiste. Explícame lo que sucede.


                El constructo de limpieza emitió un pitido.







                                                           687
   682   683   684   685   686   687   688   689   690   691   692