Page 786 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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como estaba. Sus alas estaban ocultas, rotas por los
fragmentos.
Llegó junto a Isaac y lo cogió con manos temblorosas
de los hombros. Miró nerviosa a la criatura atrapada
antes de volver la vista hacia su amigo.
— ¡No pudo con ellos! No dejaban de avanzar y
ella... se retiraba... y mantenía las alas extendidas de
modo que no pudieras escapar, pero tenía miedo,
estaba... confusa. Y mientras se retiraba, ¡la grúa se
movía! No pudo sentirla, aun con el temblor del suelo.
Y entonces los constructos se detuvieron y la polilla
esperó... y le cayó el contenedor encima.
Se giró para contemplar la papilla de limo orgánico
y deshechos industriales que cubría el suelo. La polilla
gemía suplicando piedad.
Tras ella, el avatar del Consejo de los Constructos
avanzaba sobre el suelo irregular. Se situó a un metro
del monstruo, que sacudió la lengua para intentar
enroscarla alrededor de su tobillo. Pero estaba
demasiado débil, y el hombre no tuvo que hacer nada
por evitar el ataque.
—No puede sentir mi mente. Soy invisible para ella
—dijo el títere—. Cuando me oye, nota mi ser físico
acercándose, pero mi psique permanece opaca, inmune
a su seducción. Sus alas forman patrones complejos,
haciéndose cada vez más confusos en una rápida e
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