Page 825 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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funcionamiento los ovarios y las gónadas. Se volvieron
fértiles, agresivamente excitadas.
Las aspis, murciélagos y pájaros huían aterrados,
infestado como estaba el aire de deseo psicótico.
Las polillas flirteaban con un gemebundo y lascivo
ballet aéreo. Se tocaban los tentáculos y los miembros,
desplegaban nuevas partes nunca vistas antes. Las tres
menos dañadas arrastraban a su hermana, la víctima
de la Tejedora, por las corrientes de humo y aire. Poco
a poco, esta polilla dejó de gazmiar y lamerse las
heridas con la lengua trémula, y comenzó a tocar a sus
compañeras. La carga erótica era infecciosa.
Aquel cortejo polimorfo a cuatro bandas era tenso y
competitivo. Roces, toques, excitaciones. Cada polilla
por turno ascendía hacia la Luna, perdida en la lujuria.
Entonces rompía el sello de una glándula oculta bajo la
cola y exudaba una nube de almizcle empático.
Sus compañeras lamían el psicoaroma, jugaban
como marsopas en nubes de carnalidad. Giraban y
jugaban antes de alejarse y rociar el cielo. De momento,
sus conductos espermáticos permanecían cerrados. Las
pequeñas metagotas estaban cuajadas de los jugos
erógenos, ovigénicos de las polillas. Competían
lúbricas por ser la hembra.
Cada sucesiva exudación cargaba el aire hasta
alcanzar una nueva cota de excitación. Las criaturas
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