Page 278 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
pesar de la gimnasia; la vida salvaje volvía a
curtirle. Llevó la otra lata hasta lo que en otros
tiempos fuera una fuente; ya no era más que un
estanque de agua no muy limpia; llenó en él su
cubo y lo puso en su sitio, encima de la
hoguera.
Finalmente se volvió hacia la carcasa del pavo
y cortó algunos trozos lo bastante pequeños
como para que entraran en el cubo. Allí fueron
a parar los trozos roídos por los colagatos y los
huesos pelados. Mientras se calentaba el agua,
buscó algunas raíces que dieran sabor a la sopa.
Patatas, nabos, zanahorias. Por desgracia, no
había encontrado nada que se pareciera a la
cebolla. Agregó habichuelas y un par de uvas, a
modo de experimento. Después lo removió todo
con una paleta de madera.
El mediodía, como de costumbre, parecía un
crepúsculo; aquello le desconcertaría
eternamente. Corbell descansó. El agua
comenzaba a hervir. El granito no resultaba
cómodo bajo las nalgas. Se sentía vagamente
deprimido sin saber por qué.
Y de pronto lo supo.
El último día de unas vacaciones en campamento.
El trabajo nos ha hecho bajar la barriga y podemos
abrochar el cinturón dos agujeros más adentro; no
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