Page 283 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
través de un labio partido. La decía y esperaba;
asestaba dos bofetadas a Corbell y volvía a
pronunciarla. El respondía con obscenidades,
pero ya comenzaba a sentir los cardenales.
El Varón alto se levantó y dijo algo a los otros.
Todos se inclinaron sobre Corbell con el ceño
fruncido y discutieron el asunto en bocanadas
de complejas consonantes que sonaban como
cuando uno escupe semillas de sandía.
A Corbell le retumbaba todavía la cabeza; se
había golpeado contra el granito. Cuatro
Varones permanecían aún sentados sobre los
antebrazos y las rodillas. La lluvia le golpeaba
los ojos, y todo aquello tendía a enturbiarle el
pensamiento. ¿Acaso le tomaban por un
dictador extraviado? Pero a Corbell se le
notaban los años; era imposible que lo… ¡No!
Allí no había inmortalidad para los dictadores;
éstos debían envejecer tal como él había
envejecido.
La discusión llegó a su fin. Los cuatro Varones
soltaron a Corbell, que se incorporó frotándose
los brazos. Uno de ellos adoptó una postura
teatral y señaló el suelo ante él, escupiendo una
sola palabra áspera. ¡Aquí! o ¡Quieto! El mensaje
era evidente y Corbell no estaba en condiciones
de correr.
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