Page 282 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  —Bien  venidos  al  reino  de  Corbell‐por‐sí‐


               mismo. Sírvanse un poco de sopa.



                  Todos  fruncieron  simultáneamente  el  ceño.


               Uno se levantó; un muchacho alto, larguirucho,


               un  jugador  de  baloncesto,  en  opinión  de


               Corbell. Habló.


                  —Disculpa —dijo Corbell.


                  El  Varón  volvió  a  hablar.  Enojo  y  autoridad:


               aquella no era voz de niño, a pesar del timbre



               agudo. Corbell no se mostró sorprendido. Eran


               los  Varones,  sin  duda,  los  inmortales  de


               Mirelly‐Lyra.


                  —No  hablo  tu  idioma  —dijo  Corbell,  con  un


               instinto que se oponía a toda razón: los nativos


               deben comprender si uno les habla con lentitud


               y claridad.


                  El Varón se acercó y le dio una bofetada.


                  Corbell  le  pegó  directamente  en  la  boca.  Su



               puño  derecho  golpeó  las  costillas;  el  golpe


               siguiente no dio en el blanco. El círculo entero


               cayó inmediatamente sobre él.


                  A  partir  de  ese  momento  sus  recuerdos  se


               hicieron  algo  borrosos.  Sentía  un  peso  en  las


               rodillas y en los antebrazos. El suelo de granito


               se  incrustaba  contra  la  espalda.  El  jugador  de



               baloncesto  se  había  sentado  sobre  su  pecho  y


               pronunciaba  una  y  otra  vez  la  misma  frase  a

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