Page 310 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
hacia un lado. Una espada se hundió
sólidamente en la boca abierta. En seguida
todos los Varones cayeron sobre el animal. Era
un león enano, un macho de magnífica melena.
Murió en un momento. La primera estocada
pudo haberlo matado.
Corbell se levantó, estremecido.
—Tal vez la hembra esté por allí.
—Sí —respondió Skatholtz.
Se reunió con los otros, que se abrían ya en
abanico por entre el cereal. Corbell, sin espada,
inútil, permaneció donde estaba. Al cabo de un
rato descubrió algo pequeño en el sendero que
la carga del león había dejado entre las espigas.
Era el cadáver de un menudo colagato de
manchas multicolores. Los otros habían vuelto a
reunirse melancólicamente junto al fuego.
Al romper el día ayudó a los varones a
encender la hoguera. Más tarde supo para qué
la querían, pues otros cuatro llegaron a paso
lento, con huevos de avestruz. Colocaron los
huevos entre las brasas, rompieron
cuidadosamente la parte superior y los
revolvieron con los mangos de las espadas.
¡Huevos revueltos! Lástima, no había café.
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