Page 343 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
—Si hay que reparar alguna máquina, nos
quedaremos. De lo contrario, nos marcharemos
mañana. Tenemos que encontrarnos con
muchas tribus para decirles que hemos
preparado Sarash‐Zillish para recibirlas.
A Corbell se le estaba acabando el tiempo,
pero no se atrevía a darse prisa. Por el momento
no tenía nada que hacer y los demás estaban
ocupados.
En el segundo piso, los Varones habían abierto
algo que tal vez fuera un generador de energía,
pero le ordenaron que se apartara de sus
secretos. En otro cuarto las mujeres tejían telas
de excepcional belleza y colorido.
—Durante la noche larga nos cubrimos —le
dijo una de ellas.
Pero se negó a enseñarle a tejer, diciendo:
—La hebra podría amputarte algunos dedos.
—¿Tan resistente es?
—¿Y para qué hacer ropas menos durables?
Corbell robó un trozo de hebra; se lo quedó un
momento antes de ponerlo otra vez en su sitio.
Sin duda, era perfecto para estrangular a
alguien, pero ¿dónde ocultarlo?
Vagabundeó por la cocina‐comedor, sirviendo
comida y observando a los cocineros. En otros
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