Page 345 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
era tan alta como Corbell. También allí aparecía
la uniformidad: piel clara, pechos anchos y
chatos, cráneo medio desnudo y mechón
crespo, estructura esbelta…
De pronto ella se levantó de un salto.
—Ven al salón de orgías, Corbell. Necesitas
animarte. ¿Qué es lo que te aflige? ¿Estar lejos
de tu tribu? ¿O el temor a la vieja dikta de la
vara?
—Todo eso. Tienes razón, necesito animarme.
Si había pensado estar a solas con Charibil, se
equivocaba. Al pasar, la muchacha llamó a tres
amigas que se les unieron; después, una mujer
menuda de pelo dorado se unió al grupo sin
que nadie la invitara. Fueron cuatro las mujeres
que llegaron al complejo de dormitorios en
compañía de Corbell. Allí había otras personas:
un hombre y una sola mujer que parecían tener
ganas de estar solos. Charibil y las otras mujeres
tomaron súbitamente a Corbell por brazos y
piernas, le balancearon con fuerza y le arrojaron
por los aires, riendo ante su sorprendido «¡Eh!».
La superficie onduló al caer él y volvió a
ondularse cuando ellas se le unieron. Todos
reían. Por un momento la risa se le ahogó en la
garganta.
Había un espejo sobre la cama.
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