Page 358 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Corbell distinguió algunos otros satélites y la
sombra de una luna sobre la faz listada de
Júpiter.
Uno de los nenes se había quedado dormido y
le llevaban en brazos. Los otros preguntaban
mil cosas a los sonrientes Varones. Corbell
prestó atención a las respuestas: detalles de la
marcha, otras bandas de Varones, máquinas
maravillosas, la reunión en Sarash‐Zillish…
Nada que no hubiera oído o adivinado ya.
Aguardaba una oportunidad para hablar a solas
con Gording, pero ésta no se presentó. El dikta
marchaba a la cabeza de la fila, bajo custodia.
Cuando Corbell trató de alcanzarle se encontró
con una barrera de puntas de espada.
Por la mañana sentía ya la sed.
Hacia mediodía, la sed era insoportable y los
nenes se quejaban en voz alta. Gording
mostraba las huellas del esfuerzo
desacostumbrado, pero guardaba silencio; su
marcha era ligeramente inestable y tropezaba
de cuando en cuando.
Por la tarde llegaron a un río. Hubo ruidosos
chapoteos: los Varones y los nenes bebieron y
nadaron. Instalaron el campamento. Corbell, en
compañía de otros, pescó con anzuelos
improvisados y hebras de hilo traídas de
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