Page 36 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
¡Oh, si al menos tuviese con quien hablar!
Aprendía a enormes tragos, asimilando
conocimientos tan profundos que hasta
entonces no se había dado cuenta de la rigidez
de su orientación:, el Estado le estaba
enseñando tan sólo aquello que debía saber.
Cada información se encaminaba directamente
hacia su profesión: reactista.
El razonamiento estaba a la vista. El estaría
ausente durante varios siglos. ¿De qué le
serviría, pues, aprender la tecnología, las
costumbres o la política de esa época? Ya
encontraría bastantes problemas a su regreso…
si es que regresaba. Y, a propósito, ¿quién le
había enseñado a llamar Estado al gobierno?
¿Cómo había llegado a creerlo todopoderoso?
Nada sabía sobre su poder y su extensión. Tenía
que deberse al adiestramiento por ARN. Junto
con la información, recibía actitudes
subconscientes que le resultaban inalcanzables.
Aquello le ponía piel de gallina. ¡Le estaban
cambiando nuevamente!
Era natural. Por eso el Estado no tenía ningún
inconveniente en confiarle una nave
sembradora. ¡Le estaban infundiendo el
patriotismo y la fidelidad al Estado mediante
una aguja de plata!
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