Page 402 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
La lluvia tamborileaba entre el zumbido del
motor. Corbell preguntó:
—¿No se les ocurrió escapar por el océano?
—Por supuesto, pero ¿cómo ocultar un barco a
los Varones? Corbell, tú has estado al otro lado
del mar. ¿Hay tierra allí? ¿Hay vida, o tal vez el
calor es excesivo?
—Hay vida, aunque no tan abundante como
aquí; además, es diferente. Sé que pueden
comerse algunas cosas, porque Mirelly‐Lyra me
ofreció una buena variedad. Allí hacía calor,
pero no tanto como para no poder vivir.
Además, escucha: he visto vehículos marítimos
lo bastante grandes como para albergar a toda
la Ciudad Dikta. Si flotan o no, esa es otra
cuestión.
—¿Dónde están?
—En lo que antiguamente era el lecho del mar,
a un día de camino de donde está ahora.
Gording se quedó pensativo.
—Tres problemas. Uno, llevar los barcos hasta
el mar. Segundo, el peligro que corremos si los
Varones nos sorprenden. Tercero, y el peor,
¿qué les diremos a nuestros hombres cuando
crezcan? ¿Que les privamos de la inmortalidad?
Si descubrimos la inmortalidad de los dikta,
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