Page 446 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  —Debes convencerla para que no permita que


               esa misión se lleve a cabo. Es urgente, Corbell.



                  —Ya lo sé.


                  Corbell cerró los ojos y se recostó. Lo tenía casi


               ante los ojos. Mientras pudiera sobrevivir, sería


               joven.  Vería  cómo  la  Antártida  se  cubriría  de


               glaciares,  hasta  que  el  hielo  alcanzara  un


               kilómetro de espesor. El y Mirelly‐Lyra podrían


               contemplar  la  huida  hacia  el  norte  de  los



               búfalos  enanos,  los  desnudos  osos  polares,  los


               Varones  y  los  dikta,  hasta  que  quedaran


               atrapados en las tormentas de nieve o murieran


               de  hambre  en  tierras  calcinadas,  desnudas  de


               vida, o por falta de la vitamina D contenida en


               las semillas de kathope.


                  Tal vez la cosa se pudiera tomar por ese lado.


               ¿Acaso  aquella  vieja  recuperada  querría  la


               Tierra  entera  para  sí,  o  preferiría  estar



               acompañada? Sin embargo, había huido ya una


               vez  de  los  Varones  para  vivir  sola.  ¡Hum!


               ¿Dónde conseguía su comida? ¿No habría algo


               que le fuese imprescindible?


                  Abrió            los         ojos.          Gording                le       miraba,


               preocupado.  Cosa  extraña:  también  la  vieja


               estaba preocupada por él.



                  —No me duele nada —dijo Gording—. Estaba


               acostumbrado  a  los  dolores.  A  veces  me

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