Page 122 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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abordaron  con  respeto,  casi  con  miedo,  se  diría.  Con


             aquella  suavidad  prudente  con  que  se  maneja  una

             bomba sin estallar. Él se marchó sin quejarse y yo dejé

             que  se  llevaran  a  aquel  desconocido  de  mi  casa.  No

             podría haberlo parado, pero tampoco quise.








                    Durante las últimas horas había convivido con él con

             una  especie  de  pánico  creciente,  cada  vez  más

             convencida de que fuera lo que fuese lo que le hubiera

             ocurrido  en  el  Área  X  lo  había  convertido  en  un


             caparazón, en un autómata que ejecutaba movimientos.

             En alguien a quien yo no conocía. Con cada uno de sus

             actos o palabras atípicas, fui alejándome del recuerdo de


             la  persona  a  la  que  conocí  y,  pese  a  todo  lo  ocurrido,

             preservar  aquella  idea  de  él  era  importante.  Por  eso

             llamé  al  número  especial  que  él  me  había  dejado  para

             emergencias: no sabía qué hacer con él, no podía seguir


             conviviendo  con  él  en  aquel  estado  alterado.  A  decir

             verdad,  al  verlo  marchar  sentí  básicamente  alivio,  no

             culpabilidad  por  haberlo  traicionado.  ¿Qué  otra  cosa

             podía hacer?




                    Como  ya  he  dicho,  lo  visité  en  el  centro  de

             observación hasta el final. Ni siquiera en las entrevistas

             grabadas,  bajo  hipnosis,  dijo  nada  realmente  nuevo,  a


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