Page 68 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
P. 68
miniatura se podrían haber eternizado. Hasta improvisé
un artilugio que se componía de una linterna y una
cámara sumergibles, que pensaba hundir bajo la oscura
superficie para sacar fotos mediante un alambre largo
conectado al disparador de la cámara. No tengo ni idea
de si habría funcionado, porque de pronto me quedé sin
el privilegio del tiempo: nuestra suerte se agotó y no
pudimos seguir pagando el alquiler. Nos mudamos a un
apartamento pequeño que quedó repleto de cuadros de
mi madre, que para mí eran como papel pintado. Uno de
los grandes traumas de mi vida fue mi preocupación por
esa piscina: ¿acaso los nuevos inquilinos sabrían ver su
belleza y su importancia y la dejarían tal como estaba, o
bien la destruirían en aras de su verdadera función?
Jamás lo averigüé, pues no soportaba la idea de
volver, aunque tampoco olvidé la riqueza de aquel sitio.
Lo único que pude hacer fue mirar adelante y aplicar lo
que había aprendido observando a los habitantes de la
piscina. Y nunca miré atrás, para bien o para mal. Ni
aunque el presupuesto de un proyecto se agotara o la
zona que estudiábamos se vendiera de repente para ser
urbanizada, jamás regresé. Hay ciertos tipos de muerte
que no se nos pueden pedir que revivamos; ciertas
conexiones tan profundas que, al romperse, sientes el
chasquido de aquel vínculo en tu interior.
67

