Page 721 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Los láseres de la nave arca disparan a los
primeros pedruscos, quemándolos
explosivamente en puntos cuidadosamente
calculados para apartarlos de su camino. Otros
chocan contra los costados de la vasta nave,
rebotando o incrustándose. Portia ve al menos un
fino chorro de aire que escapa de un impacto
afortunado (o desafortunado).
Entonces sus camaradas y ella se preparan para
el contacto. La radio les proporciona
instrucciones segundo a segundo provenientes
de las colonias de computación de la tela orbital,
para ayudarlas a decelerar su aproximación con
sus pequeños propulsores y su escaso suministro
de combustible. Portia sabe muy bien que
probablemente se trata de un viaje solo de ida. Si
fracasan, no habrá nada a lo que volver.
Ha ralentizado tanto como puede, lanzando más
hilo desde el centro de la rueda para quedar a
mayor distancia que sus hermanas. Extiende las
patas y reza por haber conseguido deshacerse de
la suficiente inercia.
Aterriza mal, no consigue atrapar nada con los
garfios de sus guantes aislantes, y rebota contra
el casco de la Gilgamesh Otras de su equipo han
tenido más suerte y se aferran a la nave con seis
patas mientras recogen el hilo para acercar a sus
camaradas errantes, incluida Portia.
Desgraciadamente, una ha aterrizado en ángulo
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