Page 725 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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—Jódete, Karst. Yo estoy literalmente en el
mismo barco que tú. Lo haré tan rápidamente
como sea posible.
—Bueno, de acuerdo. —Karst hizo una mueca, al
parecer recordando que su estatus de
comandante en funciones había quedado
degradado una vez despertaron a Lain.
La vieja ingeniera se sentó ante una de las
consolas que funcionaban, con un puñado de
miembros de la tribu reunidos a su alrededor
esperando sus órdenes. Parecía terriblemente
cansada, pensó Holsten, y sin embargo seguía
poseyendo una energía que pudo reconocer. El
tiempo había luchado contra Lain por la posesión
de ese cuerpo combado y frágil, y por el
momento el tiempo había perdido.
—No seremos capaces de tomar el control del
planeta simplemente quemándolo todo —
declaró Vitas.
—Claro que sí —dijo Karst tozudamente—. En
serio, probablemente podamos cortar toda esa
jodida tela en dos, y lanzarla al espacio como
un… calcetín viejo, o algo así. —Y añadió—:
Cállate, Holsten —cuando pareció que el
clasicista iba a objetar a este símil.
—Karst, por favor, comprueba la energía
disponible para el dispositivo anti asteroides —
dijo Vitas con paciencia.
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