Page 726 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Karst frunció el ceño.
—Pues lo recargaremos.
—Para lo que necesitaremos la energía que
actualmente asegura el funcionamiento de
sistemas como el soporte vital o la contención del
reactor —asintió Vitas—. E, incluso si consigues
hacerlo, ¿qué pasará entonces? ¿Qué hay del
planeta, Karst?
—¿El planeta? —Karst parpadeó.
—¿Estabas planeando simplemente aterrizar con
una lanzadera y plantar una bandera? Si la órbita
baja tiene este aspecto, ¿qué crees que
encontrarás en la superficie? ¿También vas a
quemarlo todo con los láseres? ¿O usarás un
disruptor, o una pistola? ¿De cuántas balas
dispones, exactamente?
—Ya he preparado al equipo de Seguridad, y he
despertado y armado a algunos auxiliares —dijo
Karst tozudamente—. Aterrizaremos y
estableceremos una cabeza de playa,
construiremos una base, y comenzaremos a
expandimos. Quemaremos a esas jodidas cosas.
¿Qué más podemos hacer? Nadie dijo que fuera
a ser fácil. Nadie dijo que fuera a suceder de un
día para otro.
—Bueno, puede que sea necesario —admitió
Vitas—. Y si es así, yo me quedaré aquí arriba y
coordinaré el asalto, y te desearé buena suerte.
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