Page 737 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Portia llama a su especialista, que comienza a
dibujar con sus ácidos el perfil del agujero a
practicar. El metal se les resistirá todavía un rato,
y Portia pasa su peso de una pata a otra, ansiosa
e impaciente. No sabe qué las espera una vez
estén dentro: defensores gigantes, ambientes
hostiles, máquinas incomprensibles. No es
propio de ella sentarse y esperar: necesita un
plan, o necesita acción. Al carecer de ambos, se
inquieta.
Mientras el ácido comienza a actuar,
reaccionando violentamente con el casco y
produciendo una nube de vapor que se dispersa
casi de inmediato, otros miembros del equipo
comienzan a tejer una tela hermética de seda
sintética que cerrará la brecha una vez que estén
dentro.
Entonces el contacto de radio desaparece
súbitamente, tragado por un vasto océano de
ruido blanco. Los habitantes de la nave arca han
vuelto a atacar. De inmediato Portia comienza a
buscar secuencias libres. Sabe que los gigantes
también usan la radio para hablar, por lo que
parece probable que hayan mantenido algunos
canales abiertos. Entre tanto, sin embargo, su
pelotón ha quedado aislado, como todos los
demás situados en el casco. Pero conocen el plan.
Ya tienen sus instrucciones sobre la forma precisa
de lidiar con la amenaza humana, tanto la
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