Page 732 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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o para efectuar reparaciones… —Su voz se
apagó—. ¿Qué ha sido eso?
—¿El qué? Yo no he visto… —comenzó Karst.
—Algo se movía —confirmó Alpash.
—No digas estupideces…
Holsten se quedó mirando cómo pasaba el
paisaje irregular y cuajado de antenas. Entonces,
en una esquina de la pantalla, se produjo un
revoloteo de movimiento furtivo.
—Están aquí —intentó decir, pero su garganta
estaba seca y su voz fue solo un susurro.
—No hay nada ahí fuera —estaba diciendo Karst.
Pero Holsten estaba pensando: ¿Era una especie de
hilo lo que colgaba de esa antena? ¿Por qué se están
desconectando los sensores del casco uno por uno?
¿Qué es lo que he visto moverse…?
—Oh, joder. —Karst de repente sonaba más viejo
que Lain—. Joder, joder, joder.
En la vista del dron, media docena de formas
grises como de cangrejos pasaron velozmente
sobre el casco, correteando con una seguridad
ligeramente exagerada para el vacío helado y sin
aire, incluso dando saltos, sostenidas por cables,
y dejando una filigrana de hilos descartados
sobre el exterior de la Gilgamesh.
—¿Qué están haciendo? —preguntó sordamente
Alpash.
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