Page 331 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
P. 331
tiempo podrían sentarse a orillas del canal a leer los
viejos y hermosos libros, a saborear un vino suave
y raro… Y hablarían y vivirían en paz hasta que los
tubos de neón cayeran sobre ellos.
Y quizá pudieran irse entonces a las montañas
azules y ocultarse allí un año o dos, hasta que
llegasen los turistas a sacar sus instantáneas y decir
qué bonito era todo.
Sabía ya lo que iba a decirle a Tylla:
—La guerra es mala, pero la paz puede ser algo
horrible.
Ettil se había detenido en medio de la ancha
avenida.
Volvió la cabeza y no se sorprendió al ver que un
coche venía hacia él, haciendo eses; un coche
abierto, lleno de muchachos y muchachas
vociferantes, de no más de dieciséis años. Vio que
los ocupantes del coche lo señalaban con el dedo y
gritaban. Oyó el ruido creciente del motor. El coche
se precipitaba hacia él a noventa kilómetros por
hora.
Ettil echó a correr.
Sí, sí, pensó cansadamente, con el coche ya encima,
qué raro, qué triste. Suena como… una mezcladora
de cemento.
330

