Page 92 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
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—¿Qué ha pasado, Hernando? —le preguntó su
mujer, atareada.
—No es nada —replicó Hernando. Hundió el arado
en el surco.
—¡Burrrrrrrro! —le gritó al burro, y juntos se
alejaron bajo el cielo claro, por las tierras de
labranza que bañaba el río de aguas profundas.
—¿A qué llamarán «el mundo»? —se preguntó
Hernando.
EL HOMBRE
EL capitán Hart se detuvo en la puerta del cohete.
—¿Por qué no vienen? —preguntó.
—¿Quién sabe? —dijo el teniente Martin—. ¿Acaso
lo sé, capitán?
El capitán encendió un cigarro y arrojó la cerilla
hacia el prado brillante. El pasto comenzó a arder.
Martin se adelantó para pisar el fuego.
—No —ordenó el capitán Hart—, déjelo. Quizá así
vengan a ver qué pasa. Esos tontos ignorantes…
Martin se encogió de hombros y apartó el pie del
fuego. El capitán Hart miró su reloj.
—Llegamos hace ya una hora. ¿Ha visto usted
algún comité de recepción que viniese a
estrecharnos las manos, con una banda de música?
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