Page 96 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
P. 96
Martin tomó a tientas el paquete. Había vuelto la
cabeza hacia la ciudad dorada, y la miraba,
parpadeando. Encendió un cigarrillo y fumó en
silencio.
—¡Diga algo! —gritó el capitán—. ¿No les interesa
el cohete?
—¿Qué? —preguntó Martin—. Oh, el cohete. —
Examinó el cigarrillo—. No, no les interesa. Parece
que llegamos en un momento inoportuno.
—¡Un momento inoportuno!
—Oiga, capitán —dijo Martin pacientemente—.
Algo muy importante ha ocurrido ayer en la
ciudad. Es tan, pero tan importante que nuestro
cohete ha pasado a un segundo plano. Somos…
algo insignificante. Tengo que sentarme.
Martin trastabilló y se dejó caer, respirando con
dificultad. El capitán mordió, furioso, su cigarro.
—¿Qué ha ocurrido?
Martin alzó la cabeza, chupó el cigarrillo que tenía
entre los dedos, y despidió una bocanada de humo.
—Señor, ayer, en esta ciudad, ha aparecido un
hombre notable… bueno, inteligente, compasivo e
infinitamente sabio.
El capitán lanzó una irritada mirada a su ayudante.
—¿Y eso qué tiene que ver con nosotros?
95

