Page 139 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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         visitante. Claro, sabía que ella se había dopado, y como él no

         tenía familia y vivía en una habitación comunal con finas


         paredes le haría falta un sitio tranquilo donde acampar y

         trabajar a esas horas de la noche. No es que pudieras hacer

         muchos  interrogatorios  productivos  cuando  todos  los

         sujetos estaban dormidos; a menos que los pillaras con las


         manos  en  la  masa  y  pudieras  llevártelos  a  la  cárcel  para

         interrogarlos.



                Que  fuera  a  su  casa  implicaba  que  todos  los  demás

         residentes  del  bloque  lo  sabrían  y  Ferron  anticipaba  una


         mañana de preguntas de sus tías mientras ella trataba de

         engullir  los  idlis.  Daba  igual  que  Indrapramit  fuera  un

         colega  y  ella  su  superior.  A  su  edad,  cualquier  señal  de

         interés  masculino  atraía  enjambres  de  familiares  no


         Empleados con demasiado tiempo libre.



                Le dejó entrar, a pesar de todo. Se escabulló de entre la

         gata y el zorro, se puso el albornoz, se calzó las zapatillas y

         fue a recibirlo al vestíbulo. Si la charla quedaba constreñida


         a las áreas públicas reduciría al menos el número de miradas

         cómplices al día siguiente.



                Él  también  se  había  dopado.  Lo  sabía  por  su  paso

         saltarín y por la fijeza casi furiosa de su mirada, además de

         por el hecho de que se hubiera dejado caer para una visita a
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