Page 141 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
P. 141

141


         espinosa  y  sin  hojas  debido  a  la  estación  seca  pero  que

         cuando volvieran las lluvias se convertiría era una explosión


         de color y vegetación. Los muros interiores del bloque de

         apartamentos estaban cubiertos de musgo y de una espesa

         plantación de cilantro y otras hierbas ayurvédicas. Ferron

         rompió  una  amarga  hoja  de  alholva  para  mordisquearla


         mientras subía.



                Al llegar al final de la escalera se hizo a un lado y echó

         la cabeza hacia atrás para contemplar a través de las macetas

         de nim, de los limoneros y de los mangos las estrellas en lo


         alto. Una sombra oscura y encorvada en las ramas de un

         granado  la  asustó  hasta  que  se  dio  cuenta  de  que  era  la

         silueta de uno de los monos de la casa, ovillado mientras

         dormía.  Se  preguntó  si  la  galaxia  de  Andrómeda  sería


         visible desde ahí en esa época del año. Cuando lo comprobó

         con  un  mapa  del  cielo  averiguó  que  se  vería,  pero

         probablemente baja en el horizonte y no sin ayuda de un

         telescopio,  dada  la  contaminación  lumínica  de  aquellos


         tiempos. Aun así, ahora resultaría más fácil de encontrar que

         hace cien años, cuando solo podían verse las estrellas más

         brillantes. El Ganges celestial se derramaba por la oscuridad


         como lentejuelas cosidas al azar en un velo de color índigo

         y  un  curvo  pedazo  de  luna  se  alzaba  en  lo  alto.  Respiró

         profundamente y pisó el césped y las hierbas del jardín de
   136   137   138   139   140   141   142   143   144   145   146