Page 219 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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la mujer había sido ejecutado, y el segundo, sólo
meses atrás, un caso similar al actual.
—Ah, sí—dijo el juez Fang—, recuerdo el
segundo caso. El chico y sus amigos golpearon a
un hombre salvajemente. Pero no robaron nada.
Se negó a justificar sus acciones. Le condené a tres
golpes de bastón y le dejé ir.
—Había razones para sospechar que la víctima
en aquel caso había abusado de la hermana del
chico —dijo Chang—, al tener antecedentes de
tales cosas.
El juez Chang sacó un muslo del cubo, lo colocó
sobre la servilleta, cruzó las manos y suspiró.
—¿Tiene el muchacho alguna relación filial?
—Ninguna —dijo la señorita Pao.
—¿Podría aconsejarme alguien? —El juez Fang
hacía frecuentemente esa pregunta; consideraba
su deber el enseñar a sus subordinados.
La señorita Pao habló, usando el grado justo de
cautela.
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