Page 214 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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En ese punto la señorita Pao dejó de hablar y giró
los ojos hacia Chang, que estaba de pie inactivo con
las manos en la espalda, mirando al suelo como si
su grueso cuello se hubiese rendido finalmente ante
el peso de su cabeza. La señorita Pao se aclaró la
garganta una, dos, tres veces, y de pronto Chang se
despertó.
—Perdóneme, Señoría —dijo inclinándose hacia
el juez Fang. Buscó algo en una bolsa de plástico
grande y sacó una chistera de caballero en malas
condiciones—. Esto se encontró en la escena —dijo,
volviendo finalmente a su shanghainés nativo.
El juez Fang miró primero a la mesa y luego a
Chang. Chang se adelantó y colocó
cuidadosamente el sombrero sobre la mesa,
dándole un golpecito como si no estuviese situado
perfectamente. El juez Fang lo miró durante unos
momentos, luego retiró las manos de las
voluminosas mangas, lo cogió y le dio la vuelta.
Las palabras JOHN PERCIVAL HACKWORTH
estaban escritas en letras doradas en la banda
interior.
El juez Fang le lanzó una mirada significativa a
la señorita Pao, quien negó con la cabeza. Todavía
no habían contactado con la víctima. Tampoco la
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