Page 458 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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recogía mantas, cuerdas y herramientas para su


                  viaje.


                      Atravesaron  el  patio  del  Castillo  Tenebroso,


                  dirigiéndose  a  la  gran  puerta  con  las  doce


                  cerraduras,  ¡cuando  de  pronto  apareció  ante


                  ellos la malvada Reina, como un gran gigante,


                  rodeada de rayos y truenos! Le corrían lágrimas


                  de  los  ojos,  que  se  convertían  en  sangre  al


                  recorrer sus mejillas.


                      —¡Me  lo  habéis  quitado!  —gritó.  Y  Nell


                  comprendió que aquello era algo terrible para la


                  malvada madrastra, porque se encontraba débil


                  e indefensa sin un hombre—. Por eso —continuó


                  lo  Reina—,  ¡os  maldigo  a  permanecer


                  encerrados  para  siempre  en  el  Castillo


                  Tenebroso! —Y lanzó una mano como una garra


                  y  arrancó  las  llaves  de  manos  de  la  Princesa


                  Nell. Luego se convirtió en un gran buitre y se


                  alejó volando sobre el océano hacia Tierra Más


                  Allá.


                      —¡Estamos perdidos! —gritó Harv—. ¡Ahora


                  nunca podremos escapar de este lugar!


                      Pero la Princesa Nell no perdió la esperanza.


                      No  mucho  después  de  que  la  Reina  se


                  desvaneciese sobre el horizonte, otro pájaro vino


                  volando hacia ellos. Era el Cuervo, su amigo de


                  Tierra  Más  Allá,  que  venía  a  visitarles






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