Page 334 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
P. 334
D Dm mi it tr ry y G Gl lu uk kh ho ov vs sk ky y S Su um me er rk ki i ( (C Cr re ep pú ús sc cu ul lo o) )
lugar en nuestro planeta. El miedo me lo había
impedido.
Había algo que estaba claro: el sufrimiento de
quienes vivían en las aldeas de las montañas de
Pakistán y en las pobres y sucias ciudades de los valles
estaba relacionado con la desesperación de los
supervivientes indonesios que habían perdido casas y
familias bajo las gigantescas olas. En sus gritos y en sus
llantos resonaba el perplejo clamor de los habitantes de
Nueva Orleans, quienes, tras quedarse sin casas ni
parientes, habían perdido toda fe en un gobierno mejor
y, con sus últimas fuerzas, defendían las ruinas frente a
los saqueadores.
Todo había ocurrido como si los diversos incidentes
no estuvieran conectados entre sí, porque habían tenido
lugar en continentes distintos y eran de naturaleza
diversa. Pero la conclusión era engañosa. En realidad
existía una única hebra que unía todos estos retazos, y
la aguja que los estaba entretejiendo no abandonaba ni
por un instante su diabólica labor. Así, el tapiz se hacía
cada vez más grande. Y poco a poco cobré conciencia
de que los espasmos que padecía la Tierra no sólo no
iban a terminar, sino que, por el contrario, se harían
más intensos y se extenderían por regiones que hasta
entonces no los habían sufrido.
Página 334

