Page 249 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Judy Collier, Roger Bond…
—¿Cuándo te vas? —preguntó el capitán—. ¿No
te quedarás unos días con nosotros?
—Sí, me quedaré, papá. No tengo prisa. Primero
volveré a la Tierra a decirles que he triunfado y a
dar la orden de que se pongan a construir naves.
Después iré a…
—A Deneb, primero —dijo Steve—. Y de allí
iremos a Altair y otras estrellas de la constelación
del Águila.
—Aunque tuviéramos diez vidas, no podríamos
ir a todas las estrellas que hay, Steve —dijo Alan
sonriendo—. Se hará lo que se pueda.
Estaba el cielo cuajado de estrellas. Y pensaba
Alan que él, Steve y Rata —juntos los tres otra
vez, al fin— saltarían de estrella en estrella e irían a
todas partes para ver lo que había. La navecilla que
estaba pegada a la piel de la Valhalla como pulga
montada sobre el lomo de un elefante sería la varita
mágica que pondría en las manos de ellos el
Universo todo.
Alan frunció el ceño en ese instante de felicidad.
Recordaba a un hombre enjuto, de una fealdad
agradable, que le había amparado y protegido y
había muerto nueve años atrás. La ambición de
Max Hawkes había sido visitar las estrellas. El po‐
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