Page 245 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Cuatro días de fastidio, cuatro días sin tener otro
deseo que el de salir del hiperespacio. Al fin volvió
en sí el piloto automático; dijo, con su ruido, que el
generador de Cavour había hecho su trabajo, y
callóse luego.
¡La Cavour salía del hiperespacio!
Sobre la oscuridad del espacio aparecieron de
repente las estrellas. Se iluminó la pantalla tele‐
visora. Alan cerró los ojos un momento. ¡Volvía del
combate victorioso!
Alan miró a la pantalla. Debajo de su nave
navegaba la Valhalla con rumbo a Proción, rutilante
en la oscuridad del espacio.
El joven manipuló los mandos de la radio.
Minutos después oyó la voz conocida de Chip
Collier, el oficial de señales de la Valhalla.
—Aquí la Valhalla. ¿Quién llama?
—Alan Donnell. ¿Cómo van las cosas a bordo,
Chip?
—¡Alan! ¿Qué broma es ésta? ¿Dónde estás?
—Lo crea usted o no, encima de vosotros, en
una navecilla. Dígale a mi padre que quiero hablar
con él. Voy a descender sobre vuestra cubierta.
Al cabo de un cuarto de hora la Cavour estaba
pegada a la piel de la Valhalla como pulga montada
sobre el lomo de un elefante. Alan entró en ésta por
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