Page 1150 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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6 de febrero de 1536 (calendario juliano)







                 Bajo  el  amanecer  del  altiplano,  la  ciudad  imperial


           ardía.  Las  flechas  de  fuego  y  las  piedras  ardientes

           envueltas  en  algodón  rociado  de  aceite  volaban  como

           meteoros. La paja y la madera se quemaban. Las paredes

           de piedra cercaban hornos. Las llamas llegaban hasta lo


           alto, caían chispas y el humo se movía denso en el viento.

           Las cenizas teñían los ríos. Por entre el ruido gritaban las

           gargantas.  Por  decenas  de  miles,  los  indios  rodeaban


           Cuzco.  Era  una  marca  marrón  de  la  que  sobresalían

           estandartes  de  guerra,  penachos  de  plumas,  hachas  y

           lanzas de bordes de cobre. Cargaban contra la débil línea

           española,  golpeaban,  luchaban,  retrocedían  llenos  de


           sangre  y  confusión,  y  volvían  a  gritar  para  atacar  de

           nuevo.



                 Castelar llegó sobre una ciudadela que se encontraba

           al  norte  del  combate.  La  observó  llena  de  nativos.


           Durante un instante deseó caer, matar y matar y matar.

           Pero no, más allá era donde luchaban sus camaradas. Con

           la espada en la mano derecha, la izquierda al timón, fue

           por el aire en su ayuda.



                 ¿Qué importaba que no hubiese podido traer armas



                                                                                                        1150
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