Page 794 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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saltado  sobre  los  ríos  para  llegar  a  nosotros.  —Miró  a

           Everard—. Debes de haber oído hablar de ella en tu viaje.


           Tu  camino  debe  de  haberse  cruzado  con  el  suyo,  y

           aquellas  tribus  no  han  olvidado.  Sus  guerreros  han

           seguido  viniendo  porque  supieron  que  ella  estaba  con


           nosotros, invocando la guerra.



                 —Ciertamente  oí  hablar  de  ella  —mintió  el

           patrullero—, pero no sabía cómo tomarme esas historias.

           Cuéntame más.



                 Los tres montaban bajo un cielo gris, bajo una brisa


           fría, cerca de la vía que salía del Campamento Viejo. Era

           una  carretera  militar,  pavimentada  y  recta  como  una

           flecha,  siguiendo  el  sur  junto  al  Rin  hasta  Colonia

           Agripina.  Las  legiones  romanas  habían  estado  allí


           durante muchos años. Ahora los restos de aquellos que

           habían  defendido  la  fortaleza  durante  el  otoño  y  el

           invierno se dirigían bajo vigilancia hacia Novesium, que

           había caído con mayor prontitud.




                 Formaban  un  grupo  triste:  andrajosos,  sucios,

           esqueléticos. La mayoría caminaba con ojos vacuos, sin ni

           siquiera  intentar  mantener  la  fila,  En  su  mayoría  eran

           galos, tanto soldados regulares como auxiliares, y era al


           Imperio galo al que se habían rendido y jurado lealtad,

           según  las  exigencias  y  promesas  del  representante  de

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