Page 811 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Fueron hacia el Rin. El transbordador había vuelto.
Subieron a él.
—Los partidarios de Otón intentaron detenernos en
el Po —dijo Burhmund—. Fue entonces cuando Valente
descubrió que los legionarios habían tenido razón en
conservarnos a nosotros, los germanos. Lo atravesamos a
nado y creamos una posición segura, que mantuvimos
hasta que el resto pudo seguirnos. Una vez que forzamos
el río, el enemigo se deshizo y huyó. Grande fue la
masacre en Bedriacum. Poco después, Otón se suicidó. —
Hizo una mueca—. Pero Vitelio no tenía mejor dominio
de sus tropas. Atravesaron alocadas Italia. Vi algo de eso.
Fue desagradable. No era territorio enemigo que
hubiesen conquistado, era la tierra que se suponía que
debían defender, ¿no?
Ésa podría ser parte de la razón por la que la
decimocuarta legión se volvió inquieta y gruñona. Una
pelea entre regulares y auxiliares casi se convirtió en una
batalla. Civilis se encontraba entre los oficiales que
calmaron las cosas. El nuevo emperador Vitelio ordenó
que los legionarios fuesen a Bretaña y asignó a los bátavos
a sus tropas de palacio.
—Pero eso tampoco estuvo bien. No tenía ni idea de
cómo manejar a los hombres. Los míos se volvieron
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