Page 886 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Wotan—. A partir de ahora, el mundo no conocerá la paz.

           Tenemos mucha necesidad de mi lanza.




                 —La recuperaré para ti —contestó Naerdha—, si me

           la prestas de nuevo, y Tiwaz su casco, cuando vaya de

           caza.



                 La inundación la había llevado hasta el mar. Larga fue

           la búsqueda de Naerdha. Muchos fueron las historias de


           una extraña mujer que llegó a esta tierra o a aquella. Ella

           pagó  a  aquellos  que  la  acogieron  sanando  sus  heridas,

           enderezando  sus  males  y  prediciendo  su  mañana.


           Todavía sigue enviando mujeres por el mundo para hacer

           lo que ella hizo, en su nombre y por su orden. Al final

           encontró la lanza flotando bajo el lucero de la mañana.



                 La venganza no podía morir en su interior. Durante

           el  cambio  de  año,  y  en  cualquier  momento  en  que  su


           corazón se congele por el recuerdo, ella parte. Con caballo

           y  perros,  casco  y  lanza,  cabalga  en  el  viento  nocturno,

           para  atacar  a  los  Señores  de  Hierro,  hostigar  los


           fantasmas  de  los  malvados  y  traer  enfermedad  a  los

           enemigos de aquellos que la adoran. Terrible es oír ese

           ímpetu y ese clamor en el cielo: cuernos, cascos, aullido,

           la  Caza  Salvaje.  Por  tanto,  los  hombres  que  alcen  sus


           armas contra aquellos que ella odia obtendrán su adusta

           bendición.

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