Page 881 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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II
Desde el este, dejando la mañana a sus espaldas, los
Anses caminaban hacia el mundo. Las chispas
producidas por las ruedas de sus carros, que
traqueteaban tanto que las montañas se estremecían,
llenaban el cielo. Las huellas de los caballos eran negras.
Sus flechas oscurecían el cielo. El sordo de sus cuernos de
batalla provocaba una furia asesina en los hombres.
Contra los recién llegados marcharon los Wanes. Froh
al frente, a horcajadas sobre su toro, con la Espada Viva
en la mano. El viento azotó el mar hasta que sus olas
rompieron a los pies de la luna, que huyó. Por encima de
ellos, en su nave, venía Naerdha. Su mano derecha la
gobernaba con el Hacha del Árbol como timón. Su mano
izquierda enviaba águilas para que chillasen, atacasen y
rasgasen. Sobre su frente ardía una estrella tan blanca
como el corazón del fuego.
De esa forma guerrearon unos contra otros los dioses,
mientras los eotan del alto norte y del bajo sur observaban
y comentaban que eso les dejaría a ellos el camino libre.
Pero los pájaros de Wotan lo vieron y le advirtieron. La
cabeza de Mim lo oyó y advirtió a Froh. Allí mismo los
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