Page 546 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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—No me gusta este sitio —dijo Kizzy, con la boca
llena de langostinos de fuego—. Es triste.
Ashby trasteaba con los controles de navegación,
ajustando la aproximación al planeta errante. La
superficie estaba congelada, cubierta de una capa
quebradiza de hielo. La cálida luz de los satélites se
concentraba en una amplia zona circular de roca
desnuda, demasiado perfecta para ser natural. Desde
su punto de vista aventajado, Ashby pudo observar
grupos de edificios oscuros con forma de burbuja
construidos donde la luz era más potente. No había
otros asentamientos, por lo menos no que pudiera
ver.
—No sé —contestó—. Tienen esos satélites solares, y
se nota que les va lo bastante bien para tener un
ascensor espacial. Los ascensores espaciales no son
prioritarios cuando estás hambriento o no tienes
refugio.
—Claro —repuso ella—. Pero eso no quita que estén
ahí aislados, sin estrella ni luna para hacerles
compañía. El cielo está vacío. —Hizo un cono con la
bolsa de los langostinos de fuego, echó la cabeza hacia
atrás y se vació el contenido en la boca.
—Estás dejando migas por todas partes.
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