Page 697 - Limbo - Bernard Wolfe
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o un pensamiento, y ni siquiera veía los increíbles
actos que se sucedían en la pantalla, los saltos, las
cabriolas, los lanzamientos, los giros, las luchas,
las proezas, los esfuerzos. Estaba tan carente de
contenido como una lámpara de vacío... Entonces
se decía en voz alta:
—¿Qué he hecho? ¿Cómo me he metido en
esto? Rosemary... Después de todo, en realidad,
yo no... ¿Soy realmente culpable?
Por la noche dormía largas horas, pero su
descanso se veía interrumpido a menudo por las
pesadillas.
Hacia el final de la segunda semana sus
mejillas tenían un aspecto realmente cavernoso,
sus pantalones le resbalaban por las caderas, y
tuvo que apretar varios agujeros su cinturón para
evitar que se le cayeran. Incluso había perdido
interés en escribir, en intentar escribir; sus
cuadernos de notas y su material de lectura
yacían en un montón sobre la mesa,
completamente olvidados; se sentaba torpemente
ante la televisión, incapaz de pensar, incapaz de
sentir. Este era su estado corporal y mental el día
décimocuarto, el Día de la Paz, cuando los Juegos
llegaron a su fin.
Por la mañana, los de la Unión vencieron
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