Page 168 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
P. 168

le molesta ni le impide conciliar el sueño.




                  —¿De qué color es?




                  —Cuando  está  hambriento,  de  un  rojo  intenso.


           Cuando está enfadado, azul. Y cuando quiere seducir


           a  alguna  compañera  —añadió  Philip,  con  una


           sonrisa—  se  pone  del  amarillo  más  brillante  que


           hayas visto nunca y parpadea como loco, casi como



           una  bombilla  de  quince  metros  de  alto  que  se


           disparara cada dos segundos.




                  —¡Ay,  ojalá  pudiera  verlo!  —dijo  Julia—.  ¡Ese


           mundo en el que vives tiene que ser maravilloso!




                  —A mí me lo parece. —Philip me miró de reojo—


           . No todos opinan lo mismo.




                  —Daría todo lo que tengo por visitarlo.




                  —No  cuesta  todo  lo  que  uno  tiene  —replicó


           Philip. Intenté imaginarme el tono de voz que habría


           empleado  si  todavía  siguiera  siendo  humano—.


           Únicamente casi todo.




                  Julia se lo quedó mirando fijamente, intrigada.




                  —¿Naciste allí?




                  —No, Julia. No nací allí. —De alguna manera, su


           rostro pareció reflejar una tristeza infinita al utilizar el


           nombre  de  su  madre—.  Nací  aquí  mismo,  en  esta

                                                                                                               168
   163   164   165   166   167   168   169   170   171   172   173