Page 89 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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Golpeé con el martillo.









                  Brad  trató  de  razonar  conmigo,  justo  antes  de


           internarme.




                  —Es sólo una obsesión —dijo—. La gente siempre


           ha  asociado  la  mente  con  la  moda  tecnológica  del


           momento.  Cuando  creían  en  brujas  y  espíritus,


           pensaban  que  había  un  hombrecillo  en  el  cerebro.


           Cuando  tenían  telares  mecánicos  y  pianolas,



           pensaban que el cerebro era un motor. Cuando tenían


           telégrafos  y  teléfonos,  pensaban  que  el  cerebro  era


           una red de cables. Ahora tú crees que el cerebro no es


           más que un ordenador. Despierta. Esa es la ilusión.




                  El problema era que sabía que iba a decir eso.




                  —¡Es porque llevamos casados tanto tiempo! —


           gritó—. ¡Por eso te crees que me conoces tan bien!




                  Sabía que iba a decir eso también.




                  —Así no vas a ninguna parte —dijo dándose por


           vencido—. No haces más que dar vueltas en tu propia


           cabeza.




                  Bucles en mi algoritmo. Bucles FOR y WHILE.




                  —Vuelve conmigo. Te quiero.





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