Page 54 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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—Podría  tratar  de  explicártelo,  pero…  dudo  que


            me creyeses. Me gustaría llevarte primero a un sitio.


            Hay algo que me gustaría que vieras…



            —Eh… Claro. ¿Dónde quieres que vayamos?



            —Hoy  no.  Soy  viejo  y  camino  despacio,  y  está



            bastante lejos. Será una especie de excursión. Traeré


            unos bocadillos. Vendré temprano, mañana por la


            mañana.



            Joe iba a decir algo, pero el señor Herron empezaba


            a avanzar ya hacia la puerta de salida sin dar lugar


            a que ninguno de los dos añadiese nada más. Joe


            esperó hasta escuchar el sonido inconfundible de la



            puerta del coche (que sonaba a hojalata barata), y


            luego permaneció en silencio dejando que el runrún


            del  motor  se  alejara.  Se  hizo  cada  vez  menos


            audible hasta que, después de unos instantes, tan


            solo fue un recuerdo que flotaba en el camino.



            Joe  se  quedó  pensando  durante  un  tiempo,


            observando el calentador que colgaba de la pared



            de  madera  centenaria  como  si  estuviera  fuera  de


            lugar, como si se tratase de un extraño visitante del


            futuro.  Aún  le  faltaba  la  tapa,  y  el  serpentín  se


            revelaba como los intestinos metálicos de un robot.


            Lo  miró  durante  un  rato  mientras  repasaba


            mentalmente las palabras de Pete, pero como no les








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