Page 78 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Naturalmente, hicieron una cena de despedida.
Betsy llenó tanto la mesa que parecía Acción de
Gracias: había puré de patatas y de zanahoria, salsa
de arándanos, humeantes judías verdes, sidra de
manzana, pastel de carne, sopa de guisantes y
patatas fritas con requesón. Y tres bandejas llenas
de ese pan de centeno con pepinillos que tanto
celebraba Joe. Tuvo que desabrocharse el cinturón
para poder seguir engullendo. Todo estaba
delicioso, y durante la mayor parte de la cena hubo
anécdotas y risas como de costumbre. Hacia el final,
sin embargo, la señora Herron rompió a llorar. Le
dijo a Joe que reconsiderara ir con ellos, que estaba
preocupada. Pete puso algunas cifras sobre la mesa
para intentar tranquilizar a su esposa; habló de sus
cálculos y de probabilidades, de cientos de miles de
habitantes y de un porcentaje increíblemente
pequeño de sucesos. Sin embargo, eso no ayudó a
aliviar la carga sentimental del momento.
Para Joe, las cosas habían cambiado un poco.
Habían pasado las semanas y ya no estaba tan
seguro de lo que había experimentado aquel día en
la Planicie. Era un recuerdo borroso, impreciso;
había empezado a descartar que aquella entrada en
la nieve le hubiera despertado instintos agresivos, o
que tal cosa fuese remotamente posible. Si hubieran
vuelto allí esa misma noche, Joe probablemente
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