Page 29 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 29

había dejado de moverse ‐‐añadió con expresión lúgubre.

                  Engulló el canapé.


                  ‐‐Capacitancia sináptica residual ‐‐explicó Mawhrin‐

            Skel.

                  ‐‐O «mal gusto», como lo llamamos las máquinas ‐‐


            dijo Chamlis Amalk‐Ney.

                  ‐‐Eres todo un experto en ese tema, ¿verdad, Amalk‐

            Ney? ‐‐preguntó Mawhrin‐Skel.


                  ‐‐Me inclino ante la superioridad de tus talentos en ese

            campo ‐‐respondió secamente Chamlis.

                  Gurgeh  sonrió.  Chamlis  Amalk‐Ney  era  un  viejo

            amigo  y,  aparte  de  eso,  una  auténtica  antigüedad.  La


            unidad  había  sido  construida  hacía  más  de  cuatro  mil

            años (Chamlis afirmaba haber olvidado la fecha exacta, y

            hasta el momento nadie había cometido la descortesía de

            buscar en los archivos para dar con ella). Gurgeh le había


            conocido toda la vida. La unidad era amiga de la familia

            desde hacía siglos.

                  Su  relación  con  Mawhrin‐Skel  era  mucho  más


            reciente.  La  irascible  y  diminuta  máquina  de  pésimos

            modales  había  llegado  al  Orbital  Chiark  hacía  tan  sólo

            unos doscientos días. Era otra personalidad fuera de lo


            corriente que se había sentido atraída por la exagerada

            reputación de excentricidad del planeta.






                                                                                                          28
   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34