Page 467 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 467
Gurgeh empezó a latir un poco más deprisa..., pero
Tounse se calló de repente, movió lentamente la cabeza
en un arco que abarcó a la multitud de rostros
sorprendidos que le contemplaban y pareció comprender
dónde estaba. El sacerdote casi huyó de la sala.
Gurgeh dejó escapar el aliento que había estado
conteniendo y se relajó. El Adjudicador imperial fue hacia
él y le pidió que disculpara el comportamiento del
sacerdote.
El público y los medios de comunicación seguían
estando convencidos de que Flere‐Imsaho le
proporcionaba alguna clase de ayuda y el Departamento
dijo que deseaba acallar esa clase de sospechas y rumores
infundados, por lo que preferiría que la máquina pasara
las sesiones de juego confinada en las oficinas de una
empresa imperial de ordenadores situada al otro extremo
de la ciudad. La unidad protestó ruidosamente, pero
Gurgeh accedió enseguida.
Gurgeh seguía atrayendo grandes cantidades de
público. Algunos venían para mirarle fijamente y
abuchearle hasta que eran expulsados del recinto por los
funcionarios encargados de mantener el orden durante
las partidas, pero la mayoría sólo deseaban verle jugar. El
centro recreativo poseía sistemas capaces de ofrecer
466

