Page 59 - El Jugador - Iain M. Banks
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‐‐Me encanta verte feliz ‐‐dijo Yay, y le dio un breve

            beso  en  los  labios.  Entró  en  el  ascensor  y  Chamlis  la


            siguió. Yay miró a Gurgeh y le guiñó el ojo un segundo

            antes de que se cerrara la puerta‐‐. Dale recuerdos a Ren

            ‐‐dijo sonriendo.


                  Gurgeh  contempló  la  puerta  del  ascensor  durante

            unos momentos, meneó la cabeza y sonrió. Volvió a la

            sala. Un par de robots manejados a control remoto por la


            casa  ya  se  estaban  encargando  de  la  limpieza.  Todo

            parecía encontrarse en su sitio, tal y como debía estar. Fue

            al tablero colocado entre los dos sofás donde había jugado

            la  partida  de  Despliegue  con  Yay  y  colocó  una  de  las


            piezas en el centro del hexágono de partida. Después se

            volvió hacia el sofá en el que se había sentado Yay cuando

            regresó  de  hacer  ejercicio.  Su  cuerpo  había  dejado  una

            mancha de humedad que ya se estaba desvaneciendo, un


            retazo  de  negrura  casi  imperceptible  sobre  la  oscura

            superficie del sofá. Gurgeh alargó la mano lentamente, la

            puso sobre la mancha de humedad, se olisqueó los dedos


            y  sonrió.  Cogió  un  paraguas  y  fue  a  inspeccionar  los

            daños  producidos  en  el  césped  por  el  aterrizaje  de  la

            aeronave, y acabó volviendo a la casa. La luz que brillaba


            en la achaparrada torre principal le indicó que Ren estaba

            esperándole.






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