Page 63 - El Jugador - Iain M. Banks
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Sus negros cabellos se esparcían sobre la almohada.
Gurgeh estaba sentado detrás del escritorio que había
junto a los ventanales de la terraza contemplando la
noche. Había dejado de llover. Las nubes se fueron
disipando y la luz de las estrellas y las cuatro Placas del
extremo más alejado del Orbital Chiark ‐‐las Placas se
encontraban a tres millones de kilómetros de distancia y
sus partes internas quedaban iluminadas por la claridad
diurna‐‐ proyectó un resplandor plateado sobre las
hilachas de nubes que pasaban velozmente y llenaban de
fugaces chispazos las oscuras aguas del fiordo.
Gurgeh se volvió hacia la terminal del escritorio,
presionó el margen calibrado unas cuantas veces hasta
encontrar las publicaciones que buscaba y estuvo leyendo
un rato. Artículos sobre teoría de los juegos publicados
por otros jugadores de primera categoría, críticas de
algunas partidas suyas, análisis de nuevos juegos y
jugadores que prometían...
Después abrió los ventanales y salió a la balconada
circular. El fresco aire de la noche acarició su desnudez y
Gurgeh sintió un escalofrío. Había cogido su terminal de
bolsillo para dictar un nuevo artículo sobre juegos muy
antiguos y desafió al frío durante un rato hablando en voz
baja con las oscuras siluetas de los árboles y el silencioso
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