Page 644 - El Jugador - Iain M. Banks
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acabar  con  tu  vida.  Si  es  así,  se  investigarán  todas  las

            circunstancias relevantes y los culpables serán llevados


            ante la justicia.

                  »Ciertas personas de la corte ‐‐siguió diciendo Nicosar

            mientras  contemplaba  los  anillos  que  adornaban  sus


            manos‐‐ han deseado proteger al Emperador mediante...

            acciones  tan  imprudentes  como  equivocadas.  El

            Emperador no necesita ser protegido de un oponente que


            toma parte en el juego incluso si dicho adversario utiliza

            alguna clase de ayuda con la que nos negamos a contar.

            Nuestros  súbditos  han  tenido  que  ser  engañados  en  lo

            tocante a tu papel en esta etapa final de los juegos, pero


            el  engaño  se  ha  llevado  a  cabo  por  su  bien,  no  por  el

            nuestro.  No  necesitamos  ser  protegidos  de  verdades

            desagradables. El Emperador no conoce el miedo, sólo la

            discreción.  Nada  nos  complacerá  más  que  posponer  la


            partida entre el Emperador‐Regente y el hombre llamado

            Jernau Morat Gurgeh hasta que se sienta en condiciones

            de jugar.


                  Gurgeh  descubrió  que  estaba  esperando  oír  más

            palabras pronunciadas en aquel tono de voz tan lento y

            suave que casi parecía un canturreo, pero Nicosar siguió


            inmóvil en su trono, impasible y silencioso.

                  ‐‐Os  doy  las  gracias,  Alteza  ‐‐dijo  Gurgeh‐‐,  pero






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